¿Es CrossFit para todo el mundo? Mi experiencia como Coach y mis inicios en el deporte del CrossFit

Todos nos preguntamos cuando nos adentramos en una nueva actividad, ya sea deportiva o de cualquier índole, si seremos capaces de afrontarla o si será la adecuada para nosotros, en ese punto tan delicado es donde hoy nos vamos a centrar para intentar dilucidar las dudas que se suelen presentar en estos nuevos retos.

Como en casi todo, deberemos hacer un prueba y error constantes con tal de averiguar si algo se adapta a nuestras expectativas y necesidades, aprender que toda nueva experiencia aportará siempre cosas positivas y también nos sacará de la zona de confort, la cual, nos pondrá en una situación que nos hará dudar de todo. Ahí es donde radica gran parte del éxito de cualquier cambio.

En mis años como coach, me he encontrado en diversas situaciones y paradigmas que debemos saber afrontar, al fin y al cabo, son mi “prueba y error”. Aprender de ellas es indispensable para poder ofrecer no solo un servicio adecuado, sino que tu nuevo “atleta” sea capaz de consolidar y fidelizar su nuevo reto para convertirlo en un hábito de su vida diaria. Ese cambio que le aportará no solo salud, superación y mejoras, sino también aprender a afrontar momentos complicados con los que todos nos encontramos tarde o temprano.

Cuando empezamos CrossFit, nos encontraremos con un abanico tan amplio y tantos retos que a muchos hará dudar de si eso “es para mí”, pero no hay que tener miedo ni prisas, cada uno debe poner sus límites y su ambición por delante, encontrar tu propio camino y no compararnos con nadie.

Y esto nos lleva a mis inicios, porque uno puede pensar que, si estás “fuerte” o “en forma” será más fácil, nada más lejos de la realidad. Mis inicios fueron difíciles, conocer los burpees, la halterofilia, readaptar mi “movimiento” a todo esto tan nuevo, te hacen ver que para nadie es un camino de rosas. En mi experiencia personal, ese camino ha estado lleno de momentos buenos pero plagado de fallos, errores y frustración, pero para todo objetivo o meta, es exactamente igual. La actitud estoica, la perseverancia y aprender de cada “derrota” hará que aflore la mejor versión de ti mismo. Confía en que mejorarás y tarde o temprano, con dedicación, lo lograrás, todos y cada uno de nosotros podemos hacerlo.

A todo esto, debemos sumarle la comunidad, el entorno, nuestros compañeros de sudores, risas y más. Ellos son grandes artífices de que CrossFit sea lo que es. Nos ayudamos, nos alentamos, nos entendemos, al fin y al cabo, compartimos la misma experiencia porque todos pasamos por el mismo camino, sabes que ese compañero, el nuevo, el que tiene un mal día, el que ha pasado mala noche o quien solo va por hacer “algo”, pasan por lo mismo. CrossFit es empatía en estado puro.

Entonces, cual es mi respuesta a la pregunta “¿El CrossFit es para todo el mundo?” Es muy simple, todos estamos hechos para el deporte. Cuantas veces habremos oído aquello de “el ser humano está diseñado para moverse”. El CrossFit, en su más básica expresión es movimiento, aprendizaje y superación. Tan solo hay que querer hacerlo, dar el paso y confiar en los profesionales para que nos guíen en ese trayecto de autoconocimiento. Hay que aprender a disfrutar del trayecto que supone adentrarse en este mundo y olvidarse de la meta, harán que la experiencia cambie radicalmente. Este deporte es inclusivo, adaptativo y lleno de herramientas para que todos seamos capaces de practicarlo.

Por lo tanto, mi respuesta es un SI rotundo, todos somos capaces de practicar CrossFit, con ganas y esfuerzo, uno puede lograr cosas increíbles.

Alvaro Satle – Head Coach